lunes, 30 de septiembre de 2013

XIX Marcha MTB Daganzo

29-09-2013

Hoy vamos a disfrutar, junto a nuestros amigos Pablo, Raúl y Adolfo, de un evento no competitivo que se celebra cada año en el madrileño pueblo de Daganzo de Arriba. Esta tranquila localidad de unos 9.000 habitantes, situada a unos 20 Km. del casco urbano de Madrid, cuenta con unas excelentes instalaciones deportivas adaptadas con una amplia oferta de actividades. Entre ellas, y en colaboración con el club Bike Aventura Daganzo,  llevan celebrando ya 29 años esta marcha popular, en la que se ofrece la posibilidad de conocer el entorno natural del pueblo, mientras que se disfruta de los placeres de la bicicleta de montaña de una forma asequible a todos los niveles, incluidos los más jóvenes principiantes, que disponen de un pequeño circuito infantil en el parking del polideportivo.


Índice IBP: 38-MTB, fiabilidad B

El sábado fue uno de esos primeros días en los que llueve después del cálido verano, y el domingo nos levantamos mirando al cielo para decidir qué equipación debíamos llevar. ¿Lluvia? ¿frío? ¿sol? La previsión no estaba muy clara la noche anterior... Por suerte, aunque el día amaneció encapotado, el agua y las nubes se ahuecaron un poco con el pasar de las horas pero, eso sí, sin desaparecer del cielo.

Se dio la salida simbólica, ya que la marcha era neutralizada en todo el recorrido, a excepción de una parte al final en la que se dio rienda suelta al espíritu competitivo. La primera parte nos llevó por los campos de cultivo que se extienden entre las localidades de Daganzo y Valdeolmos, pasando cerca, aunque a cierta distancia, de Algete y la urbanización de Miraval. El camino sube y baja suavemente por las colinas donde están emplazados estos terrenos de cereal, ofreciéndonos, cuando circulamos por las zonas altas, unas agradables vistas, en ocasiones con la silueta de las torres de Madrid en el horizonte. En Valdeolmos, poco antes del ecuador del recorrido, realizamos un alto para reagrupar y hacer un ligero avituallamiento a cargo de la organización, lo cual es de agradecer en una marcha con inscripción gratuita.

Tras este breve descanso, reiniciamos la marcha. La segunda parte entraña un poco más de dificultad, no por el terreno en sí, sino porque las pendientes elegidas son un poco más pronunciadas en esta parte, obligando a desmontar y empujar montura durante algunos metros. Aunque las subidas son duras, el lado bueno lo encontramos justo después de librar cada una de ellas, obsequiándonos con algunas rápidas y emocionantes bajadas. El grupo de amigos, que tomamos la salida juntos, se fue disgregando según se fueron sucediendo las cuestas, así que fue divertido irnos encontrando de vez en cuando e ir intercambiando opiniones mientras que compartíamos camino.

El trazado de 30 kilómetros nos resultó corto comparado con lo que estamos acostumbrados a hacer, pero sin embargo fue agradable ya que en esta distancia nos dio tiempo a disfrutar ampliamente de todas las condiciones que ofrece una ruta de MTB, a excepción de las más arriesgadas y extremas, lo cual hace esta marcha accesible a todo el mundo. 

Llegamos de nuevo al polideportivo, donde ofrecieron a todo participante algo para comer, manguera para quitar un poco el barro de las bicis e incluso los vestuarios para cambiarse y asearse un poco. El final de fiesta lo realizaron con un pequeño sorteo de material entre los participantes. En resumen, nos pareció un evento muy recomendable tanto para gente que se inicia con la bici de montaña, con un recorrido asequible y emocionante, como para gente de más nivel que quiera realizar una ruta suave con un ambiente festivo y tranquilo.

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