miércoles, 11 de septiembre de 2013

Un tándem por Sierra Menera: La Vía Verde de Ojos Negros - 3ª Etapa

3-9-2013

Entrando en servicio entre finales del siglo XIX y los albores de siglo XX, la línea ferroviaria de la explotación de la Sierra Menera estuvo activa durante algo más de 70 años (a principio de los años 70 cesó su explotación). La obra fue un gran esfuerzo de ingeniería del que, gracias a su conversión en Vía Verde, nos ha quedado como legado 20 túneles y 21 pasos elevados entre puentes y viaductos, acondicionados especialmente para disfrute de ciclistas y caminantes, con un buen firme, señalización, barandillas e iluminación dentro de los túneles, además de unas espectaculares vistas de los lugares por donde discurre. Gracias a su trazado nunca recorrido por vehículos rodados, podemos ver con ojos privilegiados los bellos y recónditos rincones en estos parajes por donde, en tiempos, únicamente pasaron un puñado de trabajadores de este ferrocarril. 
 

Índice IBP: 25-RDB, 31-MTB, fiabilidad-C
(Dado que la ruta no es en montaña, pero tampoco
es un trazado típico de carretera, hemos 
sacado el IBP en las dos disciplinas a modo de referencia)


Durante la jornada anterior hicimos algún kilómetro más del que teníamos previsto, así que, dado que nuestro desgaste fue bastante alto, decidimos dar media vuelta y hacer una etapa corta para descansar. Aunque esta decisión implicaba no conseguir el objetivo de realizar la Vía Verde entera, lo primero que hay que tener presente es que el camino (y las vacaciones) son para disfrutar. Además, otros alicientes que descubrimos sobre la marcha nos animaron a volver en otro viaje a terminarla: la hospitalidad de la gente y la tranquilidad que ofrecen estos parajes para todo aquel que busca desconectar y descansar de la vida en la ciudad.

La Masía Pelarda nos ofreció esas dos cosas. Por un lado tranquilidad, se trata de una masía en mitad de campos de antigua explotación agraria y ganadera, donde tienen una variada y completa oferta de turismo activo (paintball, rutas de senderismo, cursos de 4x4, y un largo etc.), así como una pequeña granja para visitar en familia, y huerto propio donde consiguen unas excelentes materias primas que luego se pueden disfrutar en su comedor. Por otro lado, desde que pusimos las ruedas allí, todo el mundo nos acogió de maravilla, de una manera muy familiar y cercana. Hasta las habitaciones dan la calidez de las casas de pueblo, pero con todas las comodidades de las viviendas actuales. Sin duda recomendamos este lugar, ya sea como base para realizar rutas en bici por las zonas de sierra cercanas, como para descansar o aprovechar su oferta propia de actividades. Aquí os dejamos un enlace a la web de La Masía Pelarda para más información.


Blog Go Tandem - Vía Verde Ojos Negros - Masía Pelarda
Masía Pelarda
Tras dar una pequeño paseo matinal por la granjita y los alrededores, echamos un rato charlando con Antonio sobre rutas de bici en la zona. Después de una mañana tranquila, nos pusimos en marcha camino a La Puebla de Valverde. Seguimos las indicaciones que nos dieron Antonio y Ana, e hicimos unos 5 kilómetros por una pista que lleva hacia el pueblo, pasando a un agradecido cambio de terreno donde nos sentimos 100% en pleno campo.

En seguida llegamos a La Puebla, haciendo una de las empinadas subidas (el pueblo se encuentra en un promontorio) para comprar algo de comer y dar un paseo por sus calles.


Blog Go Tandem - Vía Verde Ojos Negros - La Puebla de Valverde
La Puebla de Valverde
Otro pequeño tramo de carretera nos devolvió a la Vía Verde de nuevo, cerca de una fábrica de embutidos que avistamos el día anterior de subida. Al planificar la ruta teníamos nuestras esperanzas puestas en que las etapas de vuelta fueran más suaves y rápidas que las de ida por el desnivel, y tanto fue así que, aproximadamente en una hora, ya habíamos recorrido los 27 kilómetros hasta Sarrión, donde hicimos un alto para comer y echar una breve siesta. 


Blog Go Tandem - Vía Verde Ojos Negros - Sarrión
Sarrión
Y una vez más nos pusimos en marcha sin ninguna prisa, ya que La Casa de la Estación, el lugar donde pretendíamos dormir, se encontraba a poco más de 5 Km. de allí.

Veloces como el viento, llegamos al camino de acceso a este alojamiento, que baja suavemente por el terraplén de la Vía Verde y lleva al pie de la casa.


Blog Go Tandem - Vía Verde Ojos Negros - La Casa de la Estación
Acceso a la Casa de la Estación
Los primeros habitantes que salieron a darnos la bienvenida fueron Chuky, Teo y Geena, con los que pasamos un rato agradable y divertido hasta que poco después salió Merche, dueña de la casa, a recibirnos formalmente. 


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La Casa de la Estación
Tras acomodarnos y darnos una ducha, ella misma nos contó el par de curiosidades que hay para ver allí, que son pocas cosas, ya que esta pequeña zona se encuentra prácticamente deshabitada. Tras dar un paseo por la aldea y estirar las piernas, conocimos a Carlos, el marido de Merche, y a su hijo Néstor, con quienes tuvimos un buen rato de rica y variada conversación, contándonos datos que desconocíamos de la zona, su oferta de actividades, las historias de los frentes que pasaron por allí en la Guerra Civil, e incluso cosas de construcción, bricolaje y mecánica (son unos hachas, han reformado y restaurado la casa entera con sus manos, aprendiendo un poco de todos los oficios, además de practicar multitud de deportes de aventura, tener conocimientos de astronomía, etc.). La conversación se alargó hasta la hora de cenar, momento en que nos deleitaron con deliciosos platos caseros y con un servicio profesional y cercano a la vez en su comedor rústico, todo ello envuelto en un suave hilo musical. Tras otro rato de agradable de tertulia tras la cena, nos fuimos todos a descansar. 


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La Casa de la Estación


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