Circuito MTB en la Casa de Campo

01-7-2012

La Casa de Campo es el mayor parque público del municipio de Madrid. Desde tiempos inmemoriales ha sido lugar de asentamientos humanos paleolíticos, zona de caza de la realeza, parte de un terreno propiedad de nobles destinado a su esparcimiento hasta que, tras haber sido resucitado después de la destrucción durante la Guerra Civil, el 1 de Mayo de 1931 el gobierno de la Segunda República decidió entregar dicho terreno al pueblo, haciendo de este un lugar público.

Con sus 1.722 hectáreas de superficie regenera unas 4.674 toneladas de CO2 al año lo cual hace que este lugar sea considerado "el pulmón de Madrid". Por sus caminos y en sus instalaciones miles de personas disfrutan de multitud de deportes, entre ellos el ciclismo de montaña.

Cómo llegar al punto de inicio

Índice IBP: 56-MTB, fiabilidad-C

Esta ruta se puede dividir en dos partes para quien no quiera hacer tantos kilómetros del tirón, que son: por un lado el parque del Manzanares y el paseo de la Calle Ribera del Manzanares, de unos 16 Km. (ida y vuelta) y por otro, la Casa de Campo, de aproximadamente 28 Km. 

Puente de Segovia

El inicio lo hemos situado en el extremo Sur del Parque Madrid Río, junto a la pista BMX Arganzuela, de esta manera aprovechamos para recorrer toda la extensión de éste además de hacer la vuelta prevista en la Casa de Campo. Dicho parque nos ofrece una manera fácil de hacer unos cuantos kilómetros con escasa dificultad disfrutando de caminos asfaltados bien acabados, abundante vegetación (de momento los arbolitos son pequeños pero cuando crezcan darán mucha sombra) y gran cantidad de puentes que comunican la zona más céntrica de Madrid con los barrios colindantes de Puerta del Ángel, San Isidro, Opañel y Pradolongo.

Puente de Toledo

Entre estos puentes cabe destacar, además de los más antiguos, el puente de Perrault por su espectacular estructura futurista (situado en la parte media del parque), los Puentes Cáscara (dos puentes colgantes gemelos emplazados en la zona del Matadero, que constan de dos bóvedas de hormigón decoradas en su interior por el artista Daniel Canogar) y el puente del Principado de Andorra, con su estructura de estilo ferroviario. También hay que señalar que a lo largo de este recorrido, pasamos por el estadio Vicente Calderón, propiedad del Club Atlético de Madrid.

Puente de Perrault

Estadio Vicente Calderón

¡¡ATENCIÓN!! LOS CAMINOS Y SENDEROS DE ESTE PARQUE NO SON NI FORMAN PARTE DE NINGÚN CARRIL BICI, ASÍ QUE EN TODO MOMENTO DEBEMOS CIRCULAR A UNA VELOCIDAD PRUDENTE (entre 10 Y 20 Km/h), GUARDAR LAS DISTANCIAS CON LOS PEATONES Y PATINADORES (la sensación de peligro para ellos aumenta exponencialmente si invadimos su zona de seguridad a gran velocidad) Y RESPETAR LA PRIORIDAD PEATONAL. SI CUIDAMOS LAS NECESIDADES DE LOS DEMÁS POR ENCIMA DE NUESTROS CAPRICHOS, NOS HAREMOS RESPETAR. 

Una vez alcanzada la cabecera del Parque Madrid Río situada en el Puente del Rey, frente a la estación de Principe Pío (antiguamente la Estación del Norte), 

Explanada del Rey

giramos a la izquierda para pasar por la puerta del mismo nombre que da acceso a la Casa de Campo, donde podremos empezar a disfrutar de sus caminos desde este momento.

Vista de la estación de Príncipe Pío

Subimos por el paseo del Embarcadero hasta el primer cruce, donde giramos a la derecha, en busca del Paseo de Piñoneros unos metros más arriba. Todas estas calles por las que circulamos suelen ir acompañadas en uno o ambos lados por senderos de poca dificultad donde poder pasear agradablemente (precaución, ya que los senderos de la Casa de Campo, y sobre todo los de esta zona, son compartidos con personas paseando o corriendo). Este paseo, se reservó hace tiempo para la circulación prioritaria de bicicletas, constituyento el tramo del Anillo Verde Ciclista que toca a esta gran zona verde de Madrid. Como curiosidad, destacamos que en las ramas de los árboles de esta zona podemos ver y oir multitud de cotorras argentinas, que han afincado sus espesos nidos de ramitas en estos árboles cercanos al núcleo de Madrid, aunque también podemos verlas en mayor o menor cantidad por toda la ruta.

Cotorra argentina

Tras cruzar la línea ferroviaria por un paso inferior, giramos a la izquierda y comenzamos a subir paralelos a la carretera de Castilla (M-500) por caminos de diferentes anchos, aunque la mayoría de nuestra ruta transcurre buscando los pequeños y divertidos single track, que acompañan a las grandes pistas y que constituyen un fácil, pero emocionante reto, para los que disfrutamos del tándem. Tras hacer un pequeño bucle por esta zona, cruzamos otra vez las vías para encarar un rapidísimo sendero de bajada que nos devuelve al Paseo de Piñoneros, donde giramos a la derecha para ascender por la carretera de Garabitas.

Más o menos despues de un kilómetro por la carretera, tomamos una pista a la derecha que nos lleva al pie del cerro de Morán, a nuestra izquierda. Aquí encontramos la subida más dura del trazado, seguida de una bajada técnica no demasiado larga que pone a prueba la pericia y serenidad del equipo. El que desee evitar este tramo, que es de lo más duro que hay, existe una ruta alternativa siguiendo la carretera de Garabitas y girando a la derecha en cualquiera de los dos siguientes desvíos, para recuperar el track un poco más adelante.

Continuamos por un corto tramo de subida por un single track que, en un momento, se convertirá en una bajada rápida y trepidante llena de seseos abiertos, desniveles fáciles y estrechamientos de arbustos, acompañados de una tubería que va por el suelo cruzando caprichosamente el sendero una y otra vez, hasta que desembocamos en un pequeño puente sobre el arroyo de Antequina, donde debemos ser hábiles, ya que seguido de este, tenemos una breve rampa de subida con dos escaloncitos (llevad la marcha preparada).

Subimos hasta el muro que da a la zona de Pozuelo, compartiendo parte del camino con el de bajada del primer bucle, y giramos a la izquierda. A partir de este punto se alterna la subida y la bajada a partes iguales, siempre circulando cerca del camino perimetral interno. Aquí el camino es muy entretenido, con subidas no muy técnicas y bajadas emocionantes driblando los troncos de los pinos, siempre con la alternativa de ir por la pista que tenemos al lado para aquellos que quieran descansar. 

Cruzamos de nuevo el arroyo de Antequina por el puente de las Siete Rejas, encontrando una fuente, poco más adelante, en pleno alto que nos invita a refrescarnos y, tras ella, entramos en un tramo duro con un punto donde tendremos que bajarnos del tándem porque hay un paso dificilísimo de badear (alternativa desde la fuente por el Camino de Ronda a la derecha del que tomamos) y continuamos hasta la carretera de Somosaguas, donde giramos a la izquierda para coger la bajada más rapida y electrizante del circuito.

Paralelo a la carretera, un single track seseante y rapidísimo pone a prueba la coordinación de la pareja a alta velocidad (a la derecha va la carretera para quien quiera ir más tranquilo). Llegaremos a un cruce donde giramos cerrado a la derecha para ascender de nuevo por caminos más sosegados, flanqueando de lejos el Parque de Atracciones y el Zoo-Aquarium. Por este sendero, alcanzamos de nuevo el muro a la altura de la puerta de Rodajos, con su zona recreativa, donde giramos a la derecha para buscar la última bajada de la ruta.

Esta discurre en gran parte por el cauce de un arroyo seco (el arroyo de la Zorra) y tiene varios senderos pequeños que se entrelazan una y otra vez. Es la parte más free rider, con pequeños montículos fácilmente salvables donde se pueden provocar pequeños saltos (sí, sí, ¡saltar con tándem!), badenes, y vaguadas con rampa empinada de bajada para entrar seguidamente a otra rampa de subida para salir, donde el estómago se encoge con la aceleración y desaceleración repentina (sobre todo el del copiloto, que muchas veces ni se los espera...).

Una vez superada esta zona, continuamos por un sendero en suave bajada que nos lleva, entre la estación del Teleférico y los Recintos Feriales de la Casa de Campo, a una zona que se llama Glorieta Perdida, cruzando varias carreteras y pistas. Al final de esta bajada encontramos una ascenso repentino a un mirador situado en una colina cerca del lago, donde tenemos una buena vista de Madrid.

Un poco más abajo, tras el último tramo descendente, volvemos al Paseo de Piñoneros donde vamos en busca del puente peatonal que nos da acceso de nuevo al río Manzanares, otro nuevo reto, gracias a sus rampas de acceso con giros de 180 grados. Aprovechamos para recorrer la parte más alta del Manzanares dentro de la ciudad, por el paseo junto a la calle de la Ribera del Manzanares, que nos lleva de nuevo al Puente del Rey. 

Volvemos a recorrer el Parque Madrid Río en dirección Sur y, en esta ocasión, pasado el estadio Vicente Calderón, cruzamos el río para aprovechar a recorrer lo que nos queda del parque por el vial que hay trazado en la orilla izquierda. Este camino se vuelve curveante, más cerrado al principio y más abierto al final, a la altura del Parque de la Arganzuela, pero siempre con trazado limpio y suave, hasta alcanzar el punto de partida río abajo.