27-5-2012
El puerto de Canencia, paso de montaña que une las localidades de Miraflores de la Sierra y Canencia, situado a 1.524 m. de altitud, y la Chorrera de Mojonavalle, de 30 m. de altura, cuyas aguas corresponden al aroyo del Sestil del Maillo, son los dos puntos más relevantes a destacar geográficamente en esta ruta que transcurre por uno de los silenciosos y resguardados parajes de la sierra de Guadarrama, donde parece que la naturaleza en estado puro ha encontrado cobijo.
El puerto de Canencia, paso de montaña que une las localidades de Miraflores de la Sierra y Canencia, situado a 1.524 m. de altitud, y la Chorrera de Mojonavalle, de 30 m. de altura, cuyas aguas corresponden al aroyo del Sestil del Maillo, son los dos puntos más relevantes a destacar geográficamente en esta ruta que transcurre por uno de los silenciosos y resguardados parajes de la sierra de Guadarrama, donde parece que la naturaleza en estado puro ha encontrado cobijo.
Índice IBP: 169-MTB, fiabilidad-A
¡¡RECORDAD!! LOS SENDEROS DE ESTA RUTA SON COMPARTIDOS CON
EXCURSIONISTAS, RESPETAD SIEMPRE A LOS DEMÁS Y MONTAD RESPONSABLEMENTE
RESPETANDO LA NATURALEZA, ASÍ DISFRUTAREMOS MÁS DE NUESTRO DEPORTE DURANTE
MUCHOS AÑOS.
La ruta comienza al pie de la M-629, carretera que recorre el puerto, en su Km.12, cuatro kilómetros después de coronar el puerto dirección Canencia. En ese mismo punto kilométrico sale la pista inicial a la izquierda, donde podremos dejar el coche.
El primer tramo de la ruta transcurre por una pista sencilla de subida durante algo más de kilómetro y medio hasta el primer cruce de pistas, donde tendremos que trazar una curva cerrada a la izquierda para continuar ascendiendo por el siguiente tramo de 1,2 Km.
Pista de subida |
Esta parte se puede hacer un tanto pesada, pero merece la pena ver los pinares y los acebos que bordean el camino (si vais en invierno, los acebos están llenos de sus características bayas rojas, dándole un toque muy invernal).
Bayas de acebo |
Arroyo del Sestil del Maillo |
Chorrera de Mojonavalle |
A partir de aquí recomendamos continuar durante un trecho a pie subiendo el siguiente tramo de sendero (unos 300 a 400 m.) hasta poco antes de llegar al albergue de El Hornillo, donde la zona técnica acaba. A partir de este momento, todo serán pistas anchas.
Subida hacia el albergue de El Hornillo |
Nos encontramos en este punto con una pista que circula entre los puertos de la Morcuera y Canencia. La tomaremos a la derecha dirección Morcuera. Tras pasar una fuente, tomamos la pista de la izquierda (ascendente) y, en la primera curva, nos da de nuevo a elegir.
Tomaremos de nuevo la izquierda para seguir ascendiendo. A partir de aquí el track nos guiará sin problemas por el resto de pistas (hay tramos en los que el GPS dio un margen de error algo superior por la mala recepción entre el arbolado, pero la ruta es fácil de seguir siempre por las pistas). En el tramo de cota más alta podremos observar bellos paisajes de praderas y bosques con un telón de fondo montañoso, totalmente escondidos de la civilización y difíciles de borrar de la retina.
A partir de aquí disfrutaremos de un descenso rápido por pistas amplias, pasaremos de nuevo por el albergue (donde tenemos un merendereo por si decidimos comer algo) y bajaremos directos al mismo puerto (donde tenemos la zona recreativa por si queremos hacer un tentempié, el bocata es el bocata....).
Tras cruzar la carretera, cogeremos otra pista bastante rápida en la que tendremos dos bifurcaciones balizadas seguidas. Las dos las tomaremos a la izquierda y... ¡a disfrutar del descenso!. La pista está un poco rota pero no es difícil, poco a poco toma pendiente para acabar en unas trepidantes zetas que nos llevan directos a un vado del arroyo del Sestil del Maillo, perfectamente ciclable en épocas de poca bajada de agua y altamente refrescante en verano (te mojas los pies un poco al pasar montado). Un poco más adelante se encuentra la carretera y, unos metros cuesta arriba, el coche.
Y para finalizar con la descripción de la ruta, si os interesan las aves, podemos encontrarnos con varias especies frecuentes en nuestros bosques, como petirrojos y carboneros, y si estamos atentos y tenemos suerte, incluso podremos ver algún pico picapinos. También podemos oir cucos.
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