Las primeras referencias del castillo de Viñuelas datan del s. XIII, cuando la finca donde está situado pertenecía, tiempo ha, al señorío del Real de Manzanares, propiedad de la Casa de Mendoza. A lo largo de los siglos ha tenido muchos propietarios tales como reyes, nobles, bancos, familias distinguidas y, temporalmente, el caudillo Francisco Franco. Incluso en la Guerra Civil fue usado como cuartel para proteger obras de arte. Hoy en día, este encinar abarca una superficie de unas 3.000 hectáreas de monte valladas, en la que tienen cabida abundantes especies cinegéticas y una importante fauna avícola entre la que destaca el águila imperial, motivo por el cual se declararó Zona Especial de Protección para Aves (ZEPA).
Índice IBP: 34-MTB, fiabilidad-B
La ruta que presentamos en esta ocasión es muy divertida por la rapidez con la que se rueda. Si unimos esto a lo irregular del terreno y a las constantes curvas, subidas y bajadas cortas y trepidantes que no te dejan descansar, tenemos como resultado grandes dosis de adrenalina mezclada con bellos paisajes de ambiente de dehesa.
Empezamos cerca de la población de Tres Cantos.
Tres Cantos |
Iniciamos nuestra ruta cruzando la autopista, para recorrer aproximadamente un kilómetro por el famoso carril bici que flanquea esta carretera, dirigiéndose a Soto del Real, dirección Norte. Aquí nos separamos un poco del recinto del Soto, aunque lo tendremos siempre a la vista del otro lado de la carretera.
En el siguiente puente peatonal cruzamos nuevamente de lado la carretera y, con mucha precaución, cruzamos la salida de ésta para ceñirnos nuevamente a la tapia misma, donde encontramos un single track que nos invita a aumentar la velocidad y divertirnos un rato con sus leves y rápidos seseos (a veces entre pequeños árboles y arbustos), y con sus badenes y resaltos, que te hacen estar en guardia y que la voz del piloto indicando al copiloto los obstáculos, se oiga como las indicaciones de un copiloto de rallies.
Este camino nos lleva bordeando sucesivamente el Parque de los Alcornoques, parte del polígono industrial, el Parque Este y la urbanización Soto de Viñuelas, todos pertenecientes al núcleo de Tres Cantos. Cuando pasamos por esta urbanización, debemos estar atentos si queremos buscar uno de los tramos más divertidos, ya que al pasar la estación depuradora, cruzaremos un puente que vadea una pequeña hondonada con un par de tuberías grandes (el Canal Bajo). Justo al pasar el puente, el single track aparece de nuevo a la derecha con unas curvas con pequeños peraltes muy divertidos. Este corto tramo nos conduce, a través de una bajada muy rápida, hasta uno de los puntos bajos del trazado, donde se juntan el Arroyo del Bodonal y el de la Moraleja para adentrarse unidos en la tapia.
Nosotros continuamos iniciando el ascenso por una pista de tierra a través de los Llanos del Tejar, para continuar por un tramo tranquilo, solamente roto por algunos cortes en el terreno, en los que podemos elegir: bajada rápida seguido de subida pronunciada (tramos complicados en los que hay que seleccionar muy bien el desarrollo y coordinar fuerzas) o rodeo por la propia pista (opción más tranquila). Tras este tramo, encontramos un camino que se disgrega de la pista a la derecha con un firme de piedras grandes incrustadas en la tierra, que recuerda lejanamente a un calzada romana muy degradada. Esta rampa se afronta fácilmente por los laterales del camino, ya que con el tiempo ha sido ensanchado levemente para evitar este terreno tan desagradable.
Imagen de un camino |
Vista desde el cerro |
Aquí ponemos rumbo Sur hasta alcanzar la urbanización de Fuente del Fresno. Este tramo es una pista acompañada de varios divertidos e intrincados single track que se acercan y alejan de esta varias veces durante el recorrido (precaución en esta zona, al parecer está prohibido circular fuera del camino principal). Después de un pequeño tramo de callejeo, siempre sin separarnos demasiado del muro, aparece una elección clara: a la derecha un sendero que nos lleva directos a un imponente descenso de unos 300 m., cuya primera parte pone a prueba la frialdad y dominio tanto del piloto como del copiloto, seguido de un segundo tramo rápido, lleno de surcos y baches resultantes de la erosión de la lluvia; y de frente, seguir la carretera descendente, para evitar el mencionado tramo coincidiendo con el track justo al final, en el río. (Este tramo es sólo recomendable para quienes tengan bastante dominio y nivel en montaña, así como mucha experiencia y coordinación en tándem. El tramo no resulta complicado a simple vista pero requiere "manos" y sangre fría de ambas partes cuando se va en biplaza).
Vista del Soto de Viñuelas |
Hay dos puntos marcados en el track como "Tapia" en los que encontraremos un par de puertas con pasos estrechos, para evitar el paso de ganado, donde tocará jugar al "tetris" con el tándem para pasar (nuestro "truco" lo veis en la foto).
Solución al paso estrecho |
Paso estrecho |
A mitad de camino entre el primer paso por la tapia y el final de la ruta, encontraremos otro pequeño valle correspondiente al Arroyo de Valdelamasilla. Un camino ancho rige esta zona y las opciones de single tracks se multiplican en ambos lados. En la siguiente subida, el ramo de opciones se vuelve a recoger. En el punto más bajo de este valle andaremos con ojo, porque en tamporada seca se forma un arenero que nos hará dar unos cuantos tumbos antes de la subida. El resto es rodar de nuevo hasta el cementerio.